El clima del exterior afecta la temperatura interna de las viviendas. Por ello es sumamente importante contar con los aislamientos más eficaces, sobre todo en las épocas más frías como el invierno o el otoño.
En esta entrada conocerás cuáles son las mejores opciones en materiales aislantes y qué aspectos debes considerar a la hora de elegir qué técnica de aislamiento es la más adecuada para tu hogar.
¿Qué es el aislamiento térmico?
El aislamiento térmico consiste en la aplicación de técnicas que permiten reducir la transferencia de calor entre objetos en una casa. Dicho de otro modo, el aislamiento térmico nos permite conservar el calor o el frío en una casa durante el verano o el invierno, respectivamente.
Estas técnicas consisten en el empleo de materiales que se aplican en la estructura de la casa para separar los espacios que tienen transferencia de calor reducida.
¿Para qué sirven los aislamientos más eficaces?
Un sistema SATE (Sistema de Aislamiento Térmico Exterior) cuenta con diversas funcionalidades, entre las que destacan:
- Capacidad para impedir la fuga de calor del exterior al interior y a la inversa: de esta forma, se evita el frío en el invierno ya que conserva mejor el calor de la calefacción. Asimismo, sirve para conservar la frescura del sistema de aire acondicionado en el verano.
- Aislamiento acústico: el aislamiento nos permite ganar mayor privacidad, ya que evita que los vecinos escuchen el ruido del interior de la casa y también nos evita escuchar los ruidos del exterior, creando así espacios insonorizados.
- Resistencia al agua y la humedad: ayudan a conservar la estructura de las viviendas durante más tiempo contra filtraciones.
¿Por qué es importante contar con aislamientos más eficaces?
En Europa, aproximadamente la cuarta parte del consumo energético se realiza en las casas. Solo en nuestro país, el consumo de electricidad tiene un coste mensual en torno a 50€ por hogar.
Por ello, el aislamiento térmico de los edificios es una opción eficaz para mejorar la eficiencia en el consumo de energía. El consumo eficiente de energía se traduce en reducir la demanda energética de una casa sin sacrificar el confort de su propietario. Así, también se propicia el desarrollo sostenible.
Los sistemas de aislamiento son una inversión a futuro, que lejos de ser un gasto innecesario, nos permitirá ahorrar. Al tener la capacidad de conservar el calor del interior de la casa por más tiempo, nos permite apagar la calefacción y reducir los gastos.
Sucede lo mismo en verano. Con una buena capacidad de conservar la temperatura interna, podemos reducir el uso del aire acondicionado enormemente. Utilizar materiales aislantes en tu casa te permitirá un ahorro de hasta un 30% en la factura eléctrica al mes.
¿Cuáles son los aislamientos más eficaces y sus tipos?
Existen diversos ejemplos de sistema de aislamiento para una casa. En este apartado te contaremos cuáles son sus tipos y los materiales más conocidos:
Aislantes sintéticos
Los materiales aislantes sintéticos son aquellos que se fabrican con plástico, polímeros procedentes del petróleo y otros materiales sintéticos. Se caracterizan por su gran efectividad para aislar el calor. En esta categoría, se incluyen elementos como:
- Poliestireno expandido (EPS): un material denso y conductividad térmica baja.
- Poliestireno extruido (XPS): parecido al anterior, aunque con una mayor resistencia al agua o la humedad debido a su capacidad absorbente.
- Poliuterano: material sintético de gran rendimiento térmico, más caro que los anteriores. Se emplea proyectado como espuma.
- Rollos reflexivos: rollos que se forman con una o varias capas de burbujas de polietileno con diverso grosor, que se ubican entre láminas de aluminio. Este material se emplea en zonas con climas suaves.
Lanas minerales
Este tipo de material es uno de los más empleados, ya que permite lograr aislamientos más eficaces. Consiste en productos hechos a base de filamentos entrelazados de materiales pétreos, que se conforman en un fieltro capaz de mantener inmóvil al aire entre ellos.
Son sumamente versátiles y eficaces, puesto que proporcionan un buen nivel de aislamiento térmico y acústico. Asimismo, proporcionan mayor seguridad ante el fuego.
Dentro de este tipo de material, existen dos tipos:
- Lana de roca o lana mineral (SW): fabricada a base de roca volcánica. Esta se presenta en forma de manta, rollo o panel no rígido. Generalmente se la emplea para forjados, suelos, techos falsos, buhardillas, cubiertas o tabiques interiores.
- Lana de vidrio (GW): esta se prepara al fundir arena a altas temperaturas. Su estructura se conforma por fibras de vidrio muy fina que se ha unido con un aglomerante o resina. Es el mejor aislante acústico de su tipo y tiene una resistencia mayor a la humedad, por lo que es mucho más eficiente y caro también.
Aislantes ecológicos o naturales
El uso de este sistema de aislamientos para viviendas es cada vez más extendido ya que no son fabricados con aditivos sintéticos, lo que los hace más respetuosos con el medioambiente.
Asimismo, son reciclables y fácilmente biodegradables. Los más comunes son los siguientes:
- Corcho: el más conocido y demandado del mercado, ya que tiene propiedades aislantes únicas, sin contar que es reciclable y renovable como ningún otro. Es fabricado en forma de virutas para rellenar cavidades, en forma de paneles de corcho o se lo usa para revestimiento de superficies.
- Lino: el lino se cultiva de forma muy sencilla. De la transformación de esta, se obtienen fibras reciclables que pueden ser usadas como aislante. El lino ha sido utilizado con este fin y otros desde la antigüedad.
- Celulosa: esta se forma con diversos residuos de papel reciclado que se emplea como aislante. Este se insufla en cámaras, trasbordados o sobre forjados.
- Lana de oveja: este es un aislante de procedencia animal, que al humedecerse aumenta notoriamente su capacidad de aislamiento.
- Arlita, Perlita y Vermiculita: estos minerales se utilizan en la construcción tradicional y cuentan con una capacidad ignífuga única.
- Fibra de coco y algodón: las fibras de coco y algodón son excelentes aislantes naturales en forma de mantas.
Paneles sandwich
Además de los materiales aislantes que hemos mencionado, existen unos paneles llamados «sandwich» que se emplean para aislar el sonido y el calor en las casas.
Además de ser aislantes, funcionan como cerramiento y se forman por chapas de acero perfilado y un núcleo de poliuterano, un tablero de fibras en bruto para la cara y uno de madera con acabados estéticos.
Estos se emplean para revestir los techos de habitaciones. Es especialmente útil para los trabajos de rehabilitación de las viviendas.
¿Cómo se los usa en función del formato?
Todos estos materiales se emplearán de conformidad al formato en el que sean comprados. Estos formatos de aislamientos para viviendas son:
- Rollos, paneles no rígidos o mantas: se utilizan en perfilería, cámaras entre muros, falsos techos y placas de cartón-yeso. Se le puede utilizar también en rastreles de suelos de madera.
- Espuma, partículas, bolitas y fibras: se utilizan en las cámaras de aire y se aplican mediante de insuflado y aparatos especiales con los que se inyectan.
- Placas o paneles: se fijan a soportes debido a su estructura rígida.
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